Santander en alerta por aumento desenfrenado de contagios por COVID-19
De manera alarmante continúan en aumento los casos positivos de COVID-19 en el departamento santandereano desde la última semana, cuando se dio un incremento del 300% en los nuevos contagios.
El más reciente informe del Ministerio de Salud Nacional reveló que se registraron 346 nuevos casos positivos y siete personas murieron por complicaciones relacionadas al virus. Así las cosas, el total de contagios por coronavirus en el departamento ya asciende a 97.950.
Por tal motivo, las autoridades de salud encendieron las alarmas pues la ocupación de camas de Unidades de Cuidados Intensivos alcanza el 70,41% en todo el departamento, y en municipios como El Socorro y San Gil fue declarada la alerta roja hospitalaria, al alcanzar una ocupación del 100%.
Para el caso del Hospital Manuela Beltrán, en El Socorro, de las 24 camas UCI disponibles, 15 están ocupadas por pacientes en delicado estado de salud y las nueve restantes con pacientes que requieren intubación.
Un panorama similar se registra en el Hospital Regional de San Gil, en donde están ocupadas las diez camas de la Unidad de Cuidados Intensivos.
Para el caso de los cuatro municipios que conforman el área metropolitana de Bucaramanga fue declarada la alerta naranja hospitalaria y se intensificaron las restricciones tales como el toque de queda y ley seca, que ahora rige desde las 10:00 p.m. hasta las 5:00 a.m.
Las autoridades también recomendaron la implementación del ‘Pico y cédula’ par e impar, la cancelación de las cirugías no vitales que estaban programas, se prohibieron las reuniones y se decretó el cierre de los establecimientos nocturnos, tales como bares y discotecas.
Para el caso de las EPS, estas deberán hacer la entrega de medicamentos a domicilio para no incentivar las aglomeraciones, y la Policía Metropolitana de Bucaramanga aumentó su pie de fuerza para hacer vigilancia en las calles.
Entre tanto continuarán con la implementación de la estrategia PRASS y se recomienda el autocuidado para romper con la cadena de contagios por la COVID-19.