'Agenda de Zeus' señala a autoridades en Norte de Santander de participar en expansión de grupos paramilitares
La agenda personal de Juan Carlos Rodríguez alias 'Zeus' exjefe del Clan del Golfo que estuvo preso en la ciudad de Cúcuta donde se fugó el pasado mes de abril y posteriormente fue abatido en el departamento de Antioquia el pasado mes de septiembre, ha generado revuelo ante los minuciosos detalles que en ella están plasmados en un documento de por lo menos 100 páginas, que confirmaría la participación de autoridades, políticos y narcotraficantes para potenciar los grupos paramilitares en todo el país.
En el documento, se detallan los vínculos entre exjefes paramilitares, algunos de ellos nombrados como gestores sociales por parte del gobierno de Gustavo Petro, para rearmar a estos grupos en varias zonas del país, tal como sucedió a mediados de los años 80 en el Magdalena Medio y que desencadenó uno de los episodios más oscuros de la violencia en el país.
Gran parte de la libreta, tiene un capítulo especial para Norte de Santander, donde fueron encontradas rutas que grupos paramilitares tendrían marcadas para re-armarse y tomar control territorial en zonas como la región del Catatumbo y la zona de frontera, donde hay alta presencia de cultivos de coca, principal economía para financiar esta estrategia.
Sin embargo, uno de los datos que mayormente ha llamado la atención, es la posible vinculación de altos mandos policiales que estuvieron en el departamento de Norte de Santander, que al parecer recibieron dinero, producto del pago de sobornos para permitir la expansión de este grupo en varias zonas del país.
En uno de los apartes de estos documentos que fueron dados a conocer por parte de la unidad investigativa de Noticias Caracol, confirmaría la entrega de por lo menos 400 millones de pesos a un alto oficial de la Policía que estuvo en el departamento, y que en los documentos fue identificado como 'El señor de los Arroces'.
Además, de la entrega de 200 millones de pesos a otro oficial de la Policía en el departamento, identificado como 'El señor Chava' lo cual sería el pago de sobornos.
En una parte de los documentos, fue hallado un mapa que mostraría detalladamente la ruta que este grupo armado tendría previsto trazar para instalarse en regiones como el Catatumbo, la zona de frontera y el área metropolitana de Cúcuta.
En el marco del consejo departamental de paz que se desarrolló en la ciudad de Cúcuta, líderes sociales, defensores de derechos humanos y la alta consejería para la paz mostraron su preocupación ante estos detalles que se han conocido en las últimas horas.
Enrique Pertúz presidente de la red departamental de defensores de derechos humanos en diálogos con RCN Radio aseguró que estará solicitando una copia de este documento para establecer si hay otras autoridades, tanto policiales, militares y políticas están relacionados con este grupo armado.
Quienes en repetidas oportunidades habían dado a conocer esta denuncia, incluso ante el mismo ministro de defensa Iván Velázquez en sus visitas a la región.
Por otra parte, Luis Fernando Niño Alto Consejero para la paz en Norte de Santander indicó que lo más preocupante, es la posibilidad que este grupo neo-paramilitar, ingrese al escenario delictivo en el departamento, que puede generar una confrontación con otras estructuras armadas que hacen presencia en la zona como el Eln y las disidencias de las Farc.
"Cuando hablamos con las mesas de diálogo, tanto con el Eln y con las disidencias, nos señalaban que estaba luchando contra un tercer actor, que no conocíamos, no sabíamos su nombre, ni qué brazalete utilizaba; sin embargo, con estos detalles que se conocieron, nos preocupa que ya tienen presencia en la zona y la situación de orden público se puede complicar en cualquier momento, poniendo en riesgo la seguridad de las comunidades"; agregó el alto consejero para la paz.
Uno de los interrogantes que más llama la atención de los líderes sociales, es conocer qué poder estaría detrás del rearme de estos grupos paramilitares; quién está financiando estas estructuras y cuál es el real interés de regresar a una zona, que en su momento fue un fuerte de los paramilitares en el Catatumbo.